(Parte
dos)
Trece
minutos de cólera
Este
fin de semana recibí por primera vez una amenaza abierta, colérica.
Increíblemente no se trata de un personaje de la política local, tampoco de
gente relacionada con las estructuras de seguridad pública, ni de una
advertencia proveniente del crimen organizado. Se trata de una amenaza laboral
y de un personaje que en el discurso está a favor de los Derechos Humanos, la
libertad de expresión y las causas progresistas. Su chantaje se basa
literalmente en dar a conocer detalles de mi vida privada, específicamente
detalles de mi relación sentimental con mi pareja, quien por cierto, trabajó
arduamente y de manera gratuita durante los últimos ocho meses para esta
persona, y a partir de la divulgación de estas informaciones cerrarme para siempre,
según su lógica, las puertas de Radio Universidad de Guadalajara donde me formé
como periodista y donde he participado durante años con mi trabajo.
Si
me atrevo a publicar la difícil situación que actualmente atravieso es porque
no estoy dispuesto a ser rehén de nadie, porque la llamada recibida tuvo como
objetivo amedrentarme, humillarme y silenciarme. Trece minutos de cólera.
La
comunicación se suscitó luego de que una persona, que no conozco, solicitará
ser parte del grupo de Face book sagredo.blogspot, espacio que inicie hace
apenas unos días con la intención de seguir difundiendo a través de las redes
sociales mi trabajo periodístico.
Minutos
después de aceptar su solicitud, el interesado, de quien omito su nombre por
tratarse de una conversación de carácter privado, me envió un mensaje por inbox,
planteándome lo siguiente:
- Hola
amigo, soy (…), para pedirte, como radio escucha que era de tu
noticiario, una explicación, del porqué, ya no estás en el mismo, en mi
punto de vista creo que nos la debes a todos quienes escuchamos Radio
Universidad de Guadalajara. Un afectuoso saludo.
sábado
- (…),
gracias por tu interés y por el planteamiento que me haces.
Lamentablemente hubo una seria violación a mi vida privada. Violación que
se perpetró desde dentro de la institución. Como entenderás no fui
contratado por el hecho de llevarme bien o mal con mi pareja etc. sino
por mi capacidad como periodista. Lamentablemente hubo quien no
comprendió ésto y yo me vi obligado a presentar mi renuncia sin poder dar
mayores detalles del caso a la audiencia.
sábado
- Actualmente
estoy desempleado y comencé este nuevo proyecto personal, precisamente
por respeto a la audiencia, a mi trabajo periodístico y sobre todo a
quienes deberían estar siendo tomados en cuenta en los medios locales y
que no necesariamente ocurre. Saludos y bienvenido al grupo.
-
sábado
- Juan
Carlos, si fue algo personal, lo lamento y respeto tu decisión. Pero sí
que ha sido un duro golpe para la "Libertad de Expresión",
sobre todo por la labor social que estabas realizando, en beneficio de
nuestra comunidad, pero desgraciadamente así es la vida, porlo que hay
que seguir adelante y -porque se te ve la capacidad- se que vas a
triunfar. Un fuerte abrazo y toda mi solidaridad. En Lagos tienes un
amigo más: (…)
sábado
- (…),
muchas gracias. Te envío un abrazo y te invito a publicar, debatir, cuestionar...
a través del grupo. Bienvenido.
-
sábado
- Claro
que si participo, estamos en contacto cuidate.
Momentos
después, en punto de las 13:39 horas recibí la mencionada llamada de
“advertencia”, misma que se realizó desde la línea telefónica de Radio Universidad
de Guadalajara en Lagos de Moreno y de la cual tengo registro.
En
la línea, la Directora de Radio Universidad de Guadalajara en Lagos de Moreno,
Licenciada Yahaira Padilla López.
Resumen
(la llamada duró poco más de 13 minutos): - “Acabo de recibir el inbox que le
enviaste a (…). Yo nada más te digo Juan Carlos… ¿quieres que publique todo lo
relacionado con tu pareja? ¿Quieres que hable a Guadalajara? Yo no sé dónde te
vas a emplear Juan Carlos... Déjate de joterías (sic) tu no me conoces, no sabes
de lo que soy capaz Juan Carlos. Yo nada más te digo, o te dejas de chingaderas
o me vas a conocer ¿Cuándo se te cerró el micrófono en Radio Universidad?
¿Cuándo te censuramos? Ten huevos y compórtate como hombre, déjate de culeradas.
Sé que te interesa trabajar en la dirección de Comunicación Social del Centro
Universitario ¿Quieres que le hable al Rector y le diga el alacrán que se va a
echar al cuello?”.
Luego, a las 14:04 recibí en mi celular la llamada de otro importante
personaje del Centro Universitario de los Lagos que amablemente me invitó a no
hablar más del asunto.
Explico
algunas cosas
Jamás
he dicho que se me censuró. Siempre y ante toda persona que me ha preguntado
sobre estos asuntos he dicho que no, que jamás fui constreñido o recriminado
por las investigaciones que como Jefe de información consideré pertinentes y
publiqué a través de Radio Universidad de Guadalajara en Lagos de Moreno.
De
hecho el viernes 31 de agosto cuando me despedí de la audiencia de Medios UDG
Noticias subrayé mi agradecimiento hacia la Directora de Radio UDG en Lagos de
Moreno por el ambiente de libertad en que trabajé durante los ocho meses que me
desempeñé como Jefe de Información y dije también que había presentado mi
renuncia y que me iba por asuntos estrictamente personales.
Así
fue y lo sostengo, renuncié a mi trabajo porque hubo una grave violación a mi
vida privada de la cual no estoy dispuesto a divulgar ni un ápice. Esa
intromisión alevosa complicó aún más mi situación personal e impidió que yo
siguiera desempeñando mi tarea periodística. Insisto fui contratado por mi capacidad como
periodista. Mi trabajo me respalda, los resultados son perfectamente verificables.
Luego
de esta publicación puedo esperar cualquier cosa, la difamación, la calumnia,
el descrédito, la agresión física. Tienen poder y seguramente tratarán de hacer
caer sobre mí y sobre mi pareja todo su peso. Se comportan como gangsters, la llamada lo demuestra. Si es necesario estoy dispuesto a
dar la batalla en el terreno jurídico y en el de los derechos humanos. Hago
responsable de mi seguridad personal y la de mi pareja a la Licenciada Yahaira
Padilla López, Directora de Radio Universidad de Guadalajara en Lagos de Moreno
por cualquier represalia física o laboral de la que pudiéramos ser víctimas.
Como ella misma lo dice, no sé con certeza de lo que puede ser capaz.
Me
he asesorado y lo mejor es que continúe en Lagos de Moreno sólo mientras lo
considere prudente para mi integridad física.
No
me despido.
Gracias
a todos y todas por sus muestras de apoyo en estas duras circunstancias.
Juan
Carlos Sagredo.